¿Es posible el diálogo entre ciencia y religión? El avance de las ciencias deja sin fundamento a muchas creencias religiosas. ¿Quiere eso decir que fe y razón son incompatibles? Algunos científicos opinan que no. Sólo a través de lo sobrenatural se puede explicar el misterio de la existencia del universo.” A los ojos de un creyente, en cualquiera de las religiones que hoy se profesan, esta cita no resultará extraña. La sorpresa llega cuando se descubre quién la ha hecho pasar a la historia: nada más y nada menos que Allan Sandage, uno de los astrónomos más famosos de nuestro tiempo, que durante décadas ha aplicado toda la fuerza del saber científico a la búsqueda de los orígenes del cosmos. Él es uno de los pocos privilegiados que, merced a sus horas de observación a través de los telescopios más potentes del mundo, ha sido capaz de ponerle edad al universo: unos 15.000 millones de años, según sus mediciones. Un mundo demasiado difícil de entender Pero a medida que ha crecido su conocimiento de las leyes físicas que gobiernan el espacio y el tiempo, también ha anidado en él un profundo sentimiento de misterio sin revelar. A sus 73 años recién cumplidos, Sandage reconoce haber sido toda la vida “un ateo practicante”, pero “mi carrera científica me ha conducido a la conclusión inevitable de que el mundo es demasiado complicado como para que la ciencia por sí sola pueda explicarlo”. |