El poder de la generosidad: da y verás cómo Dios multiplica

 

Da generosamente

El salmista declara: “Los malvados piden prestado y nunca devuelven, pero los piadosos son generosos” (Salmo 37:21). Este versículo nos recuerda que la verdadera vida en Dios no se mide por lo que acumulamos, sino por lo que compartimos. La generosidad no es simplemente un acto de dar, sino una expresión del carácter de Cristo en nosotros.

La Biblia nos muestra en varias ocasiones que dar no es una pérdida, sino una siembra:

• Proverbios 11:25: “El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado.”

• Hechos 20:35: “Más bienaventurado es dar que recibir.”

• Lucas 6:38: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo.”

Dar con un corazón correcto es un acto de fe y adoración. Cuando somos generosos, no estamos perdiendo, estamos invirtiendo en lo eterno. Y esa semilla, tarde o temprano, traerá fruto abundante a nuestra vida.

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✨ Reflexión para tu vida

Querido seguidor de La Promesa Diaria, la generosidad no siempre se mide en dinero. Dios nos llama a ser generosos con todo lo que tenemos: con nuestro tiempo, con nuestras palabras, con nuestro servicio y también con nuestros recursos.

• En tu hogar, ser generoso puede significar escuchar con paciencia a tus hijos, compartir palabras de ánimo con tu cónyuge, o tener un gesto de bondad inesperado hacia tu familia.

• En tu trabajo, la generosidad se muestra cuando ayudas a un compañero sin esperar reconocimiento, compartes conocimientos para que otros crezcan, o reconoces el esfuerzo de los demás.

• En tus amistades, la generosidad se ve cuando ofreces tu compañía a alguien en un momento difícil, cuando dedicas tiempo de calidad, o simplemente cuando decides escuchar en lugar de hablar.

Generosidad no es dar lo que sobra, es dar con amor, incluso cuando implica esfuerzo.

“Cuando das, ganas: el secreto de una vida abundante”

Cuando das, estás reflejando el corazón de Dios, porque Él mismo es el mayor ejemplo de generosidad: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito” (Juan 3:16). Y cada vez que das generosamente, honras al Señor y te alineas con su naturaleza.

Por: William de Jesús Vélez Ruíz [WilliVeR]

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